Estamos en primavera una estación de flores, colorido, y el
campo es una alfombra llena de colores vivos, para mi diría que la estación mas
bonita del año; sin quitarle eso si, su encanto a todas las demás, porque por
alguna razón el verano continua con esa vida especial que despierta la
primavera los días largos, cuando al anochecer apetece pasear por el frescor de
un jardín, o sencillamente sentarse a tomar el fresco en cualquier banco.
Y ya para agosto nos llega ese fresquito deseado como informándonos
que el otoño viene en camino, que el campo cambiara sus vestidos para
engalanarse de colores menos vivos, sus hojas vestidas de marrón y rojizo
oscuro hace que pasear por un bosque hipnotice el alma, es algo especial ver
como nosotros vamos vistiéndonos de los mismos colores que el campo, como
imitando su hacer.
Así damos paso al invierno, esa estación en la uno respira
sale humo de nuestra boca, cualquier cosa es mas caliente que el ambiente en el
que estamos, nada es mas placentero que estar abrigaditos con bufandas, botas, calentadores,
guantes, y un buen abrigo para pasear a la orilla de un rio, un arroyuelo, sus
aguas cantando, esa niebla que la humedad deja, esa brisa fría que nos corta el
habla, sentir la nieve cuando cae, o al pisarla.
No cabe la menor duda cada estación tiene su propia magia y
nada como nuestras retinas para disfrutar de ello, es bueno que tengamos los
cinco sentidos, así disfrutamos mas de cada una de las cosas que vamos
viviendo.
Yo en realidad quería hablar de eso, de la vida, pero esto
ya es otra historia.