viernes, 28 de noviembre de 2008

ADENTRADO EN MI PIEL


No te pude imaginar tan adentrado en mi piel;
tan bien en mis entrañas… situado,
te adheriste a mi alma, y eres parte de ella;
estas aquí, te siento cada instante;
no solo es el recuerdo de tu ausencia.

Eres tu, mi dueño, amante, amigo mió…
pero aun sabiendo del dolor,
que me producirá tu falta,
decido separar de mí,
toda evidencia de este amor,
que sin compasión un día nos mezclara.

Y como el cirujano que separa neonatos,
unidos por un mismo corazón y su cordón,
así tendré que hacerlo… sin clemencia;
sabiendo que los dos no viviremos,
y uno… morirá seguro en el intento.

Entonces derrochare toneladas de amargura,
y dejando parte de mi vida en el propósito,
remendare las heridas que acusara,
con jirones de piel que ya guardaba.

Pues sabes bien que yo he vivido algunos años,
viéndome resquebrajar, y que no es poco,
ahogare los recuerdos que me queden,
en el pozo de mi alma abandonada,
y la frazada del olvido,
cubrirá la cicatriz,
que separarte de mi cuerpo ha producido.

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