Anduve por Madrid
una mañana
como antaño por allí,
ya caminaba.
Repetí en mí,
aquellos sentimientos,
y afloraron en mi mente, mil recuerdos.
El olor peculiar de mi Madrid,
la humedad de las mañanas del invierno,
ese frío que se mete hasta en la médula,
aquel mimo que entretiene con sus gestos.
Paseando por el Madrid de los Austrias,
y la calle Preciados recorrí,
al cruzar la Gran Vía, hasta Tudescos,
por la calle San Roque baje al fin.
Me cubrió una nostalgia inusitada,
la memoria evoco años atrás,
es como si el tiempo acabara de pararse,
y volviera a verlo todo como antes.
Si es añoranza eso que sentí,
es que añoro las calles de Madrid,
no pretendo que se entienda esto que escribo,
son tan solo pensamientos míos.
una mañana
como antaño por allí,
ya caminaba.
Repetí en mí,
aquellos sentimientos,
y afloraron en mi mente, mil recuerdos.
El olor peculiar de mi Madrid,
la humedad de las mañanas del invierno,
ese frío que se mete hasta en la médula,
aquel mimo que entretiene con sus gestos.
Paseando por el Madrid de los Austrias,
y la calle Preciados recorrí,
al cruzar la Gran Vía, hasta Tudescos,
por la calle San Roque baje al fin.
Me cubrió una nostalgia inusitada,
la memoria evoco años atrás,
es como si el tiempo acabara de pararse,
y volviera a verlo todo como antes.
Si es añoranza eso que sentí,
es que añoro las calles de Madrid,
no pretendo que se entienda esto que escribo,
son tan solo pensamientos míos.
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