domingo, 21 de diciembre de 2008

LOS RECUERDOS


Esta mañana estaba especialmente predispuesto a recordar, lo hacía muchas veces, desde que no la tiene. Y es que su mente era feliz con tan solo recordarla.
Cerrando los ojos podía verla allí como tantas veces, a su lado, sonriendo, con la sonrisa que la caracteriza, y esos ojos escudriñadores, como queriendo respuestas, que con ellas, o no, nunca serian contestadas.
Cuando la perdió, algo sospechaba, pues hacía días la encontraba intranquila, inquieta, con mucho desosiego, no puede decir que eso le vino de sorpresa, eso sucedería tarde o temprano, lo que si le pilló de sorpresa fue el dolor que eso le ha ocasionado, el la quería pero siempre había creído que estaba preparado para la separación, teniendo en cuenta que era algo que ambos sabían había de terminar, pero claro fueron años de convivencia, tardes de pasión, de charlas amenas, comidas especiales, en definitiva de amor, porque si algo podría decir de ella, y de ese tiempo, es que se sintió amado. Ella le había amado hasta el infinito, una sonrisa se dibujó en su rostro, ahora ya cansado por el paso del tiempo, al recordar las palabras que ella repetía tantas veces: "porque te quiero tanto, me pregunto" el respondía y ¿tienes respuesta? NO, y eso es lo que más me molesta.
Paseó sus pensamientos, por aquella tarde en que ella, por fin decidió, que era el momento de hablar, algo andaba por su cabeza desde hacia días y el lo sabia, no en vano le había preguntado a veces que ¿ronda por esa cabecita? (y es que la conocía muy bien).
Ella comenzó hablando despacio, y se esforzó por permanecer tranquila.
No lo consiguió.
Su voz se entrecortaba, y el deseo de llorar la obligaba a dejar de hablar y respirar hondo.
Entonces razonó con el, lo difícil que resultaba para ella esta relación de renuncia, necesitaba mas, y ella sabia que el nunca se lo daría.
Habló de ese doble juego que ella pensaba que el tenía, eso de ¿quien sabe que pasara mañana? que era un argumento que él utilizaba a menudo, ambos sabían que nunca habría un mañana para ellos.
Habló del dolor que ella sabía ocasionaría a otras personas, si en algún momento hubieran tenido ese mañana.
Habló y habló de puro nerviosismo.
Ya en sus comienzos habían hablado de eso, él reconoce que siempre apartó el tema, porque hablar de eso significaba dejar demasiadas cosas claras, o aparcadas, eso en una relación así, no era beneficioso.
Ya en alguna ocasión, quería haber dejado la relación, pero siempre volvía y con ese: " no puedo vivir sin ti", continuaban sin mas.
Pensó que así sucedería de nuevo, pero se había equivocado, ella no volvió.
Un escalofrío recorrió su cuerpo al volver a la realidad y comprobar que ella no estaba.
No deseaba apartar de su mente, ese recuerdo que tan placentero le resulta y a la vez tan doloroso.
Ya se habían visto en algunas ocasiones, y ella le había dicho que por fin pudo superar esa etapa, así que sabía perfectamente que se había acabado.
La perdió.
De todos esos años solo quedaron buenos recuerdos, porque aunque alguno malo habrá, ninguno de los dos desea recordarlos.
Las lágrimas brotaron de sus ojos, y se sorprendió al ver cuanto amor había perdido.
Me estoy haciendo viejo, pensó.
Y se preguntó que habría pasado si tantas cosas que la sociedad impone, y nosotros mismos, no hubieran cortado de raíz, ese amor que un día vivieron.
Hombre de ninguna fe en el amor eterno, o para toda la vida.
Solo sabe una cosa, un día fue amado y vivió un amor que nunca será olvidado.
Ha tenido suerte, no todo el mundo, puede decir lo mismo.

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